Comisión Nacional de Televisión
Programa de Investigaciones Académicas sobre Televisión
Niños, niñas, jóvenes y televisión. ¿Cómo armar el rompecabezas?
Germán Muñoz, Director
Danghelly Zúñiga, Investigadora
Édgar Robayo, Investigador
María Clara López, María Paula Lizarazo, Asistentes
Liz Tatiana López, Auxiliar
Javier Correa Correa, revisión de textos
María Teresa Herrán, Mauricio Pardo, Aesesores
UNIVERSIDAD CENTRAL
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES, HUMANIDADES Y ARTE
CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL Y PERIODISMO
Bogotá, D.D, octubre de 2007
Niños, niñas, jóvenes y televisión ¿Cómo armar el rompecabezas? Es un libro que nos da a conocer, en 6 capítulos, la historia de la televisión para niños y jóvenes en Colombia. Un enfoque muy amplio de datos y referencias que nos hacen comprender el por qué de ciertos programas en dicho país, su duración al aire, rating e impacto socio demográfico.
Un vistazo y replanteamiento a las políticas públicas que se han hecho y deberían hacerse en Colombia relacionadas al tema de la televisión y el rol que juega en este “target” o grupo específico a analizar: la juventud colombiana.
¿Qué características tienen hoy los niños y jóvenes en Colombia?, es el nombre del primer capítulo, dónde nos dan a conocer elementos socio demográficos de Colombia, cuántos niños y jóvenes hay, que replanteamientos desde la perspectiva sociocultural se deben de realizar y el papel que juegan los medios de comunicación en la sociedad.
Quiero destacar un tema específico que para mi punto de vista, es uno de los modulares para poder entender el poder y responsabilidad que tienen los medios de comunicación, en específico la televisión, en niños y jóvenes de Colombia. Este tema es el de la Educación. Nos dicen que el 6% de los menores de 10 años y el 12% de los que están entre 11 y 15 años no estudia. Lo preocupante es que menos de la mitad de los que tienen entre 16-20 años están estudiando y tan solo el 21% de los que tienen 21-24 años. El panorama empeora cuando nos dicen que el 6.4% de los jóvenes entre 21 y 24 años estudia en áreas rurales.
Otro punto que se destaca es el reconocer los cambios y transformaciones que afectan a niños y jóvenes en la perspectiva sociocultural. El concepto de “sujeto”, está directamente manipulado por órdenes sociales aceptadas que provienen de factores externos provenientes del cine, tv, música, etc. Los jóvenes y niños se convierten en imitadores de lo foráneo, violencia, modas pasajeras, hasta llegar a la drogadicción. Todo esto lleva a la creación de seres mismos, formas colecticas de autogestión, se producen conocimientos y toman modelos de moral autónoma. ¿Se está educando a estos jóvenes en realidad con este bombardeo de patrones no propios de su cultura?
El reconocimiento de los niños y jóvenes como actores sociales quiere decir que la infancia y su interacción merecen ser estudiadas en sí mismas y no como apéndices de la cultura adulta. Los niños deben de ser involucrados en la construcción de sus vidas y de las sociedades en las que viven.
Con todos los adelantos tecnológicos en general en estos años, es evidente que uno es el que más impacto está teniendo, como un medio de entretenimiento y educación, EL INTERNET. Es una herramienta para ayudarlos a pensar, la educación deja de ser pasiva. Entran en una libertad para desarrollar su potencial creativo, no controlado por los adultos. El ciber espacio les ofrece la oportunidad de encontrarse con pares de diversas partes del mundo.
El Internet se ha vuelto para los jóvenes como un canal más de comunicación libre de control, un objeto con el cual se identifican, una herramienta veloz, un canal para comunicarse globalmente, un objeto de ocio. Ahora la educación y más la información, “el saber”, está en manos de ellos, no de los adultos, no de los maestros. Lo importante aquí es romper con este paradigma y mezclar ambos mundos, el de los adultos con el de los jóvenes.
Como la mayoría de los países latinoamericanos, el modelo de la televisión Norteamericana ha sido desde los años 90 el modelo a seguir. La juventud es la más favorecida o afectada, como lo quieran ver, de esta televisión comercial. Los programas de televisión para jóvenes han tenido éxito porque tienen un lenguaje directo, movimiento constante, chicas y chicos atractivos que se pasean por playas, por dar un ejemplo.
En el capítulo siguiente nos hablan de la estructura del sector televisión y la televisión para niños y jóvenes. Nos explican cómo está dividida la televisión colombiana y el espacio específico que tiene los programas de corte juvenil educativo y porcentajes de distribución de tiempos de programación con respecto a otros tipos de programas.
Con la Constitución de 1991 se abre el espacio para transformar la estructura del servicio público de televisión, esto quiere decir, que se termina el monopolio televisivo estatal y desde entonces cualquier colombiano puede fundar medios masivos de comunicación, pero tienen que tener una responsabilidad social.
En 1995 se desarrolló la Comisión Nacional de Televisión, la CNTV, la cual tiene el papel intermedio en la definición de políticas públicas para la TV, ya que el Congreso y el Ministerio de Comunicaciones tienen competencias para establecer leyes en el sector de la televisión.
En 1997 se entregan en concesión por diez años dos canales de cubrimiento nacional a las empresas RCN y Caracol, y se dispuso que se asegurara a estos dos nuevos canales la exclusividad por diez años del segmento de televisión nacional abierta de operación privada.
Hasta el año 2005 existían nueve servicios de televisión prestados por un conjunto de operadores públicos, mixtos y privados, cabe señalar que la aparición de estos operadores ha cambiado las preferencias de los televidentes y ganando contratos publicitarios a mayor escala. Este es el parte aguas entre la televisión privada y la televisión pública en general, que sufre un grave y profundo deterioro de calidad y contenido de su programación. La Educación o programas educativos se ven afectados por la falta de capital en las televisoras.
Estos nueve servicios de comunicación de Colombia son:
Televisión abierta: La televisión nacional abierta de operación pública, la televisión nacional abierta de operación privada, la televisión regional, la televisión abierta local con ánimo de lucro y la televisión abierta local sin ánimo de lucro.
Televisión cerrada: La televisión por suscripción, la televisión satelital, la televisión comunitaria y la distribución de señales incidentales.
En 1990 aparece el primer programa de televisión colombiana infantil llamado el Club del Tío Alejandro. Programa de carácter educativo, que tuvo duración de 6 años. En 1995 se crea el programa Telecirco, este programa transmitía en vivo el espectáculo del circo. Ambos programas fueron financiados por Caracol.
A partir de estas fechas, surge un boom en la televisión infantil colombiana hasta tener al aire hasta 2002 más de 20 programas.
Se destacan los estudios en el libro de María Paula Arango, Natalia Calle, Liliana López, Jenny Pineda, etc. sobre los programas educativos infantiles, sus plataformas, rating y el por qué del éxito y no de dichos programas. Destaco solo algunos datos importantes de dichas investigaciones: Un 11% de la programación emitida por los 10 canales fue infantil, en relación con la procedencia de los programas, la mayoría es extranjera, el 73%, el género de dibujos animados representó un 48%...
Cabe mencionar que los programas infantiles que más éxito tuvieron fueron del sistema de programas de Estados Unidos, como Plaza Sésamo, que tuvo un nivel de audiencia muy alto.
El siguiente tema que nos plantea el libro es el de las políticas públicas y cómo se desarrollan éstas en la televisión para niños y jóvenes. Una política pública es un conjunto de actos comprometidos de una autoridad frente a un problema que le concierna.
Estudiosos en el tema como Muller, Meny y Thoenig plantean una serie de elementos en las que se señalan cómo se puede identificar una política pública. Nos dicen que una política pública se basa en determinados principios éticos que orientan los objetivos, son portadores de ciertos valores y pueden apoyarse en textos legales. Requiere también para ser implementada, un aparato organizado, esto es, una institución sólida y funcionarios que asuman las tareas de facilitar y poner en marcha las normas a través de proyectos o programas concretos.
En la televisión Colombiana, cómo en muchas de América latina, la política pública tiene mucho que ver con la utilidad económica de los canales y televisoras públicas y de la televisión abierta privada.
En relación con la televisión para niños y jóvenes, dichas empresas tienen mucho que ver, cuentan con muchos más recursos políticos y económicos para movilizar en beneficio de sus objetivos de modo que la autoridad pública muestre interés en la agenda pública. Pero lamentablemente no se aplican reformas para ampliar la oferta televisiva y su calidad para niños y jóvenes. ¿Por qué?
Los niños y jóvenes han sido considerados como actores pasivos, como simples espectadores y receptores de las políticas públicas en general y de la política de televisión educativa infantil. Como lo comenté anteriormente, esta postura está cambiando, los jóvenes son ya entes activos en la producción y manejo del sentido en su propia vida social, por lo tanto, la política pública para los jóvenes debe crear mecanismos para su participación tanto en la decisión de los problemas como en la definición de objetivos de la política pública porque son ellos quienes pueden fijar mejor la solución a los problemas que les afectan en la vida cotidiana. Se encuentran en el centro de casi todas las dinámicas actualmente en proceso, son los más afectados por la violencia y por las crisis sociales. En los años sesenta y setenta la participación de la juventud tomaba vuelo con los movimientos estudiantiles, en los ochenta argumentaban con sólidos fundamentos la necesidad de cambiar las principales reglas de la economía, lo social y político. Estos movimientos tuvieron éxito con la aprobación de la Constitución Nacional en 1991, registrando los mayores niveles de participación política juvenil de toda la historia nacional.
Uno de los principales problemas de la política pública de televisión para niños y jóvenes es que no se hace parte de una política de Estado integral para niños y jóvenes. En Colombia no hay una entidad del Estado que asuma y dirija los esfuerzos de distintas instituciones que son responsables de acciones dirigidas a los niños.
Después de varios esfuerzos y debates para crear una política pública de televisión para niños y jóvenes, el 13 de enero de 1999 se crea el proyecto de Comunicación para la Infancia –Pcin-.
El Pcin se organizó en tres áreas de trabajo: medios, educación e investigación. En el área de los medios se trabajó en la producción en tres lenguajes: radio, impresos y por supuesto en la televisión. Uno de los aportes más significativos para la televisión fue la educación a profesores y productores de los canales comunitarios en temas como el lenguaje audiovisual de las producciones infantiles, cómo trabajar y educar a los niños y cómo éstos veían a la televisión.
La principal acción pública que se refiere a la relación televisión-niños y jóvenes es tener control posterior a los diferentes segmentos de la televisión para el cumplimiento de las regulaciones acerca de franjas infantil, familiar y de adultos y de los contenidos de programación. La ley 82 de 1995 estableció que la Comisión Nacional de Televisión – CNTV-, le confiere la potestad de clasificar y regular los contenidos de la televisión con el fin de promover la calidad de este servicio. No puede censurar programas, ya que las televisoras tienen autonomía de fijar los contenidos. El libro nos presenta también las regulaciones de contenidos de la programación, la publicidad y de los horarios de las franjas infantil, familiar y para adultos que realizó la CNTV.
El papel de la CNTV en la televisión educativa ha constituido en el fomento y financiación de la programación de Señal Colombiana, que es el canal público que fortaleció la televisión educativa, La TV dirigida a los niños y jóvenes a través de Señal Colombiana es fundamentalmente de esta índole.
El 30 de agosto de 2005 se firma el Compromiso por una televisión de calidad para la infancia en Colombia, participan diferentes organismos entre ellos la CNTV. Los objetivos del compromiso son muchos pero se destaco algunos: “Fomentar la producción nacional de televisión infantil, incluyendo los incentivo necesarios”, “Fomentar la participación ciudadana alrededor del tema de la televisión infantil”, “Fortalecer y ampliar el debate público sobre televisión infantil y juvenil en Colombia, a través de diferentes sistemas de medios”, entre otros.
En el capítulo siguiente nos habla el autor de un término nuevo, este es Agencia. Nos dice que el concepto de agencia está asociado a conceptos como libertad, creatividad, originalidad y capacidad real de cambio, determinados por emociones que no manejamos conscientemente. Nos ayuda a comprender nuestras acciones en base a lo que hemos vivido. Un elemento esencial al definir agencia es la capacidad que tenemos de cambiar nuestra forma de pensar y escribir a través de las prácticas en las que estamos implicados, tanto individualmente como colectivamente.
Con base en esto se desarrollan teorías más complejas como las de Willis que habla de un Learning to laubor, la teoría de Giddens, que plantea que “las estructuras no solo constriñen sino también promueven o motivan a los sujetos a actuar”. Amartya Sen plantea “el desarrollo como el despliegue de las capacidades y libertades para elegir y la expansión de esas libertades reales”.
Realizan grupos focales con niños de primaria y bachillerato para obtener el proceso de consumo de los productos comunicativos televisivos. Algunos datos son de llamar la atención.
Hemos hablado de las diversas televisoras Estatales, abiertas y privadas que ofrecen programación infantil y juvenil. Lo preocupante de los resultados de estos grupos focales es que los programas más vistos y favoritos de los niños y jóvenes fueron los siguientes: Animal Planet, Discovery Chanel, Desafío 2006, Sin tetas no hay paraíso y factor x. Porque digo que es preocupante, porque no hay una producción realizada en Colombia con contenido educativo, sólo re transmiten programas estadounidenses, series, telenovelas y programas de acción. La televisión sólo entretiene y no educa. ¿Es cierto que estos programas no educan?
Otros de los hallazgos obtenidos gracias a estos estudios son los siguientes: Los niños ven la televisión sin asesoramiento de los adultos, consideran que la televisión infantil es de interés pero prefieren la televisión para adultos, los niños manifiestan gusto por la televisión extranjera, los niños sienten que la televisión destinada a ellos es en ocasiones aburrida, pero que tiene temas interesantes.
Los jóvenes prefieren los programas por la distinción de género; así, los hombres prefieren programas deportivos y de acción, mientras que las chicas buscan programas en donde encuentren temas de actualidad y que promuevan valores, la televisión no tiene horarios ni control alguno, son los mismos jóvenes los que se auto regulan y no se sienten representados en la televisión. ¿Entonces por qué tanto rating en programas extranjeros?
En el último capítulo del libro se hace una serie de recomendaciones que se hacen a los televidentes y organizaciones dedicadas a la educación y transmisión de programas infantiles y juveniles que a continuación resumiré.
Hay que recordar que los niños y jóvenes son un conjunto de actores que participan activamente, son actores sociales, sujetos de derechos, personas y ciudadanos en plenitud, esto quiere decir que se debe de hacer una televisión desde el punto de vista de los niños y jóvenes y para los niños y jóvenes. Construir con ellos una ciudadanía comunicativa.
Exigir al Estado y a las televisoras una mejor programación para los niños y jóvenes en televisión, pero hay que tener cuidado. Como adultos tenemos derecho de exigir calidad en los programas para la juventud pero esto es de ida y vuelta; los adultos tenemos que acompañar a nuestros hijos o jóvenes a ver televisión, cerrar la brecha tecnológica y responder a sus preguntas sobre temas que allí se presentan.
Es fundamental proteger la producción nacional y la exploración de formatos y géneros diversos, ser arriesgados e intentar una televisión educativa atractiva, usando a la tecnología como herramienta para lograrlo. Que el Estado se involucre más apoyando, financiando y comercializando la producción nacional de televisión. Exportar programas al resto del mundo, no solo de telenovelas o series de narcotráfico, en el caso de Colombia y México, sino de producciones infantiles con calidad mundial.
Y cierra el libro recordándonos que “la televisión se puede entender como una fuente transmisora de valores”.
Es increíble los esfuerzos que se han realizado en Colombia para tener una televisión para niños y jóvenes educativa, pero sobre todo entretenida, lo malo como ya lo dije anteriormente es que no se ha logrado ese BOOM que todos deseamos. El por qué tiene muchos factores, como ya vimos en el texto, ahora hay que preguntarse qué más se puede hacer para lograrlo.
Otro punto a destacar o reflexionar es la similitud de la televisión colombiana con la televisión mexicana. En México se ha dejado de producir televisión infantil y juvenil desde hace mucho tiempo, antes me acuerdo perfectamente había programas como “El Tesoro del Saber”, “ Corre GC corre”, “Cositas”, “Chiquilladas” y el más conocido y querido de todos los tiempos “El chavo del 8 y Chespirito”, entro muchos más. Tenían un fin educativo pero a la vez mucho rating entre niños y jóvenes. Desgraciadamente la televisión comercial, la del poder, que es la televisión publicitaria, no le interesa ese tipo de programas y deja como ejemplo de programa infantil “En Familia con Chabelo”, que lleva años, cada domingo, transmitiendo Televisa. Pero veamos por qué este programa ha durado tanto tiempo. ¿Educa?, ¿Entretiene?, ¿ Ayuda a desarrollarse a la infancia creándoles valores?
Tiene rating, sí y mucho, educa también, pero educa lo que Televisa quiere que aprendan los niños, a consumir. La cultura del consumismo a su máximo esplendor. En familia con Chabelo es un programa de concursos para los niños, participan con sus padres en diferentes pruebas, y parece un programa con gran vocación familiar. Pero veámoslo fríamente. Es un programa que está lleno de publicidad y no hablo de cortes comerciales. Los concursos están patrocinados por marcas como Sabritas, que en España son las papas Lays, chocolates, refrescos como la Coca Cola, etc. Es un bombardeo de productos las 3 horas que dura el programa. Esta es la oferta de programa infantil que tiene Televisa, no he mencionado a TV Azteca, porque simplemente no cuenta con ningún programa infantil.
Otro punto es la cultura de la telenovela en países como Colombia y México. Que aparentemente están pensadas para un público especial determinado, las amas de casa. Pero en los estudios que nos muestra el libro, entre la juventud y niñez aparece este género televisivo como uno de los más vistos. ¿Será porque la telenovela muestra la realidad de la sociedad y los niños y jóvenes se sienten identificados en ella?
Hay mucho trabajo por realizar en países como Colombia o México, es nuestra labor, los que estamos haciendo televisión educativa, aportar con ideas novedosas, creativas. Usar las Tics como herramientas para fortalecer este formato de televisión. La televisión educativa.